viernes, 4 de noviembre de 2011

Ni el crédito ni la reforma laboral nos sacarán de esta crisis

Si tienes una empresa que se dedica a fabricar puertas, y deja de haber demanda de puertas, porque la construcción se va al garete, tienes dos salidas a corto plazo:
- Despedir gente, y adecuar tu plantilla a la demanda, de forma que puedas ajustar tu plantilla a la demanda real. Pero esto tiene un coste adicional en despidos.
- Pedir un crédito e intentar vivir por encima de tus posibilidades esperando que a medio plazo alguien pida puertas.

La tozuda realidad nos dice que ya nadie va a pedir puertas como antes, y que sólo hay que producir la décima parte. Nos dice que dar un crédito a una empresa de puertas es darselo a un moroso con una probabilidad del 90%. Nos dice que si abaratas el despido lo único que consigues es mantener temporalmente vivas más empresas de puertas de las necesarias, ya que lo que debería ocurrir es una quiebra del 90% de las empresas que fabrican puertas, y sólo sobrevivir aquellas que no despiden y tienen una estructura productiva y financiera mejor que las que se ven abocadas a la quiebra.

Señores, no es un problema ni de crédito ni de coste del despido, es un problema de caída de la demanda. Si ya no se construyen casas porque se han hecho más de las necesarias, ya no se piden puertas.

Si hasta ahora había 5000 personas dedicadas al negocio de las puertas, lo más probable es que a medio plazo acaben trabajando menos de 500, porque las únicas empresas que sobrevivirán serán las más productivas, y por tanto aquellas que necesitan menos personal (personal directivo incluído), así que sólo trabajarán 480 empleados en el negocio de las puertas.

Al igual que los de las puertas se ven afectados por la parada de la construcción, eso mismo les ocurre a los de la madera por culpa de los de las puertas, y a los de la carnicería por culpa de los de la construcción, las puertas y la madera, porque ya no venden tan bien el cordero, aunque venden más pollo.

Así que lo que está ocurriendo es que los únicos que salen beneficiados de todo esto son los del pollo y poco más, porque todos los demás están viendo caer su demanda de manera contínua, y todos se miran el ombligo pensando que la culpa es del crédito que ahora no les dan y antes sí para financiar el circulante. Pero todos los que han dejado de pagar a sus empleados saben que han encontrado otra manera de financiar el circulante, y que aún así su negocio no prospera, y que lo que les apetecería es quedarse con una parte pequeña del negocio despidiendo barato, en lugar de cerrar ellos y que se sostengan los de enfrente, porque sólo hay negocio para uno de los dos.

Y para darse cuenta de esto no hace falta ser un genio ni estudiar un máster, aunque los que piden el despido barato y la vuelta del crédito os quieran hacer creer que es así, y que es la solución.

Eso lo único que solucionaría es que haya más empresarios a corto plazo con empresas más pequeñas, pero el propio mercado les llevará a largo plazo a desaparecer y acabar siendo menos empresas con más empleados, simplemente porque es más productivo.

No hay comentarios: